Escrito suena muy fácil, bonito y cero complicaciones. Pero resulta, que la lactancia aún está mal vista por muchas personas a nuestro alrededor, llena de mitos y falacias, de opinólogos que invaden a la nueva madre con dudas e historias de terror y un mundo que gira tan de prisa que no el da espacio a la madre de respirar y conectar con su proceso.

Así que aquí te dejo 10 consejos que me parecen importantes para embarcarte en este mundo de la mejor manera posible:

  1. Edúquense tú y tu pareja desde antes del nacimiento de tu bebé sobre la lactancia materna: sobre la fisiología de tu cuerpo, la parte científica detrás y de los mitos y la realidades más comunes que existen alrededor del tema. Esto les permitirá empoderarse y responder de manera asertiva a los detractores de la lactancia. Si tu madre o suegra se unen a los talleres y charlas, aún mejor.
  1. Prepara el terreno desde antes del nacimiento. Con esto me refiero a un plan de parto (ya sea natural o cesárea), que te permita obtener la experiencia más respetuosa y un mejor inicio de la lactancia. Conversa con tu ginecólogo y pediatra y coméntales tus deseos de hacer piel con piel desde el inicio, lactar a tu bebé y obtener los beneficios de “la hora dorada”. 
  1. Investiga sobre el centro médico, el personal de salud y verifica si te permiten dormir con tu bebé en la misma habitación desde el inicio. Comunica que no deseas que le ofrezcan fórmula, bobos (o chupetes) en ningún momento, hasta que sea entregado a ti o tu pareja.
  1. Confía en ti y en la capacidad que la madre naturaleza ha depositado en tu cuerpo. Es normal sentir dudas al inicio sobre la cantidad de leche que está saliendo o si tu bebé se está alimentando. Pero mientras se mojen los pañales, sabrás que están en buen camino.
  1. Si no estás segura de si todo va bien, pide ayuda. Llama a una consejera o asesora de lactancia para solicitar una opinión. Recuerda que en algunos países todavía no se tiene tanta información al respecto, así que mi consejo es que llames a personas calificadas y certificadas en el tema. La lactancia no debe de doler, la corrección de un buen agarre suele ser una gran diferencia.
  1. No lleves tiempo. Pega a tu bebé al pecho tantas veces él lo necesite o lo pida. Y en las primeras semanas, recuerda que debes ofrecerlo (o levantarlo) mínimo cada tres horas para que se alimente bien.
  1. Forma tu equipo de apoyo: tu esposo, tu hermana, tu prima, tu mamá o tu suegra. La lactancia es hermosa, pero es retadora a nivel de tiempo. Pide ayuda para los quehaceres del hogar o del bebé: cambio de pañales, sacar gases, baño… de esta forma puedes darte un baño de agua caliente y descansar.
  1. Durante los primeros tres meses tu bebé pudiera ser más susceptible a los picos de crecimiento. Recuerda pegarlo al seno en esos días tanto cómo sea necesario para que tu producción no disminuya. Los tres primeros meses son claves para la estabilización de la lactancia.
  1. El porteo ayuda mucho a la lactancia. Busca ayuda de personas calificadas para que sepas cómo hacerlo correctamente para ti y tu bebé. Así tienes las manos libres, tu bebé está cerquita de ti y la lactancia se hará más llevadera.
  1. Utiliza esos momentos de amamantamiento para conectar con tu bebé. La lactancia es retadora, pero muy gratificante para la salud de ambos. En poco tiempo ya tendrás un niño grande y esto será cosa del pasado. Disfruta y atesora este regalo.

Espero que esta información te sirva y te sea útil.

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